Actividad a beneficio de la fundación de niños con cáncer
Entre música, juegos y venta de ropa se recaudaron fondos.
La mañana del domingo 31 de octubre, 8:00 a.m., por las calles del centro de la ciudad se apreciaba un ambiente de tranquilidad, solo en la plaza típica Rodolfo Padilla Sunseri, 3 avenida entre 2y 3 calle, se observaba la calle cerrada y un grupo de hombres que empezaban a armar una tarima, policías rondaban el lugar, dentro del local era poca gente la que había pero se respiraba el delicioso aroma a baleadas recién hechas.
A las 9:30 a.m. se estaban instalando las carpas donde seria colocada la ropa que se vendería, a las 10:00 a.m. ya con todo armado se dio el inicio de la maratón de recaudación de fondos para la Fundación Hondureña de Niños con Cáncer del Hospital Mario Catarino Rivas, Roxana Martínez junto con Maira Ríos encargadas del evento dieron apertura a este, con unas palabras.
“Nuestro objetivo es ayudar a los niños con cáncer de donde sea”, expreso Ríos, encargada de la Fundación Hondureña de Niños con Cáncer, mientras daban una palabras de inicio al evento, a las 10:30 a.m. comienza la animación desde la tarima, un elocuente hombre de estatura mediana era el que se encargaba de dar vivacidad al evento.
A las 11:00 a.m. se empezaba a promocionar lo que eran los juegos típicos, 50 lempiras la inscripción, dentro de la plaza era poca la afluencia de personas, se observaba como entre las mesas se paseaban persona vestidas en trajes típicos ofreciendo comida, a las 11:20 a.m. se escuchó al animador dar un saludo para los estudiantes de la carrera de comunicación y publicidad de la Universidad Privada de San Pedro Sula.
El reloj marcaba las 12:00 m y el lugar no se encontraba tan concurrido, eran un par de familias las que se les podía ver disfrutando de deliciosos platos de comida típica, la plaza Corat, donde se encuentra la artesanía se encontraba vacía, los colaboradores de la fundación a provecharon para movilizarse dentro del local y vender boletos de lo que sería la rifa de artesanía y una canasta básica, 10 lempiras costaba cada boleto para ayudar a esta noble causa.
Se presentaron al lugar unos muy personajes muy peculiares de más de dos metros, Jóvenes en sancos vestidos con coloridas prendas, rojo y azul eran los colores que predominaban, también con vistos sombreros de picos con cascabeles en las puntas, ellos bailaban al ritmo de la música, muchas personas se detuvieron para admirar la presentación de duro media hora bajo el fuerte sol.
En las carpas se podían observar los bultos de ropa tirados en la calle sobre cartones y bolsas plásticas, a las 12:30 m las personas se acercaban algunos solamente a curiosear entre la ropa, se agachaban a rebuscar alguna prenda que les pudiera servir. “50 los jeans, 30 las camisas, y ropa nueva desde 120”, decía una de las colaboradoras para llamar la atención de los transeúntes.
El animador se acercaba a las carpas para hacer promoción de las cosas que se estaban vendiendo, ropa, zapatos, peluches, alimentos, donas, artesanía, y marionetas esta ultimas donadas por el payaso Yoyito. “50 lempiras las camisas de los equipos, no es lo que vale es cuánto va a aportar usted” decía el animador, tratando de convencer al padre de un niño, para que comprara la prenda.
El primer juego tradicional comenzó a las 12:50, después de haber rebajado su precio de inscripción a 30 lempiras, el rey y la reina jugaron los niños hasta que finalmente la tan esperada marimba Usula internacional se presentó al lugar a las 1:00 p.m. 50 lempiras era lo que las personas pagaban para que fuera ejecutada la canción de su elección, entre la alegre música personas platicaban y terminaban sus almuerzos.
Luego de la marimba, se presentó el grupo de danza Impara a las 2:00 p.m. el que entretuvo a las personas con vistosos bailes, al terminar un juego más se llevó a acabo, la rayuela, el cual finalizo a las 3:00 p.m. con la entrada de Agrupación Fredy que llego a poner ambiente, al escuchar el atrayente ritmo de la punta muchas personas se levantaron de sus asientos y se movilizaron hasta el frente de la tarima para bailar al son de la música.
Ya empezaba a oscurecer, a las 5:00 de la tarde, cuando dieron palabras de despedida. “Nos despediremos con esta canción”, dijo uno de los animadores, mientras comenzaba la canción “como se mata el gusano”, inmediatamente al terminar, comenzaron a desarmar la tarima y a guardar la ropa que no se logró vender, la tarde termino de forma agradable, y la recaudación fue todo un éxito.
Linda S. Martínez
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